martes, 1 de febrero de 2011

Con la nariz entre tus ojos...

Me acuerdo de aquel finde, de lo jodidamente mal que lo pasé, de como rallé a todo el mundo y de coger el billete de ida y vuelta para ti y para mi desde Valencia. De los muchos días que me pasé esperando al teléfono que me dijeras que volvías a casa mientras que miraba a la pared, buscando tu silueta por mi casa una vez más.
Ese fin de semana, te vi escabulliendote entre cosas creadas para pintarme el mundo de rosa. Y me enamoré de tus sombras de nuevo, por ser tan iguales a las mias. Es increible lo mucho que puedo llegar a conocerme a mi misma viendote actuar a ti. Lo mucho que puedo acercarme cuando estás completamente encerrada en ti y lanzarte mi mano para sacarte de ahi, cuando tu quieras. Cuando lo necesites. Incluso un año después, o dos o 10. Nunca harás nada los suficientemente grave para que no te perdone, tu ahora eres mi vida. Y protegeré lo nuestro como el mayor de los regalos. Te amo.

1 comentario:

  1. Con mis sombras y mis luces, siempre iguales... gracias por estar a mi lado a pesar de mis sombras. Te amo.

    ResponderEliminar