martes, 5 de octubre de 2010

Divagaciones baratas :)

El olor a tostadas se mezcla con el olor, aún en mi nariz de tu piel al levantarnos.
Recuerdo al saberme entre tus brazos, indefensa, me sorprendo al verme entregada sin miedo a perder el control. Que extraño me resulta aún saberte dueña de mi piel y que ello no me importe.
A dentelladas y besos, recorro tu cuerpo, me pierdo en tus diabólicas caderas y me quedo a vivir en la curva de tu cuello. Tus pechos se alzan hacia mi como dos poderosas montañas que quiero escalar continuamente.

Me miras pidiéndome que te quiera y lo que no sabes es que tu me has enseñado a querer, que yo antes no sabía de derretirme en la piel de alguien, que no entendía llorar por no poder traspasar tu cuerpo físico y meterme dentro de ti, fundirme con tu energía y quedándome ahí para siempre.
Comapñera, que yo de versos no sabía nada hasta que enroscaste tus piernas a mi espalda y diste cuerda al reloj de mi deseo, que tanto tiempo llevaba parado. Tus manos de artista, de escritora sublime que siempre sabe que hacer con ellas sacan de mi palabras nunca pronunciadas, inventadas nuevas para contar nuestro amor viviendo entre las sabanas.

Rompe los miedos, princesa. Entiende que tu y yo hemos nacido para ser lo que somos ahora. Un solo ser unido en cada paso. Te amo.