lunes, 7 de febrero de 2011

Una llamada nos desespera a las dos, tu madre parece ser que esta enfadada contigo otra vez. Los enfados aumentan desde que saben que eres lesbiana. Soportas el chaparrón de la mejor manera que conoces, atrapas tus lágrimas y respiras. Me recriminas que no soy capaz de reconocerte hacer nada bien. Estamos a menos de un mes de nuestro aniversario, nuestro año, nuestro idilio de amor. No se como acercarme a ti y abrazarte lentamente, acurrucarte en mis brazos y decirte que no pasa nada. Que es tu madre, que pronto pasará la tormenta. Que no hay madre que no entienda que su hija es feliz.
Te quiero guapa, ojalá encontrara la forma de contarte, lo que siento hoy. Como me siento. Pero en vez de acercarme a ti, me separo yo también. Me da pánico verte sufrir y pensar que es por mi culpa. Odio sentirme el centro de tu pesadilla y la culpable de tus males. Ojalá pudiera convertirme en lo normal para ti. Y para tus padres.
Ojalá encuentre la forma durante el día, de mirarte y de saberte cerca de mi, como siempre ha sido.
Te amo 

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