jueves, 30 de junio de 2011

Nuestro último viaje a Londres es el oasis en medio de mi desierto actual donde voy a beber agua, cuando la vida me cansa. Ni siquiera el último viaje a Hellas causa en mi tanta paz y tantas ganas de calmarme el corazón como lo hacen aquellos dias en la capital de Europa.
Que frio hacía, pero que dias tan deliciosamente vivibles.De todas las tardes me quedo con la primera. Tras hacer el checking, que nos echamos a dormir un rato y me desperté con el sonido de la lluvia en los cristales. Una enorme cama contigo como acompañante y un suelo enmoquetado que amortigua los ruidos de la mente haciendo que sonaran más suaves.

Que de recuerdos agolpandose en la cabeza, cuando tu cuerpo tibio se pego al mio y te dije de levantarnos. Que gustazo permitirse el lujo de decir, en aquel pais y de tu mano, no me levanto. Me quedo en la cama contigo. A tu lado princesa. Disfrutando del calor que solo pueden darnos el cielo encapotadamente gris de Londres y tu risa. Me deslizo en tu cuerpo, me quedo abrazada a ti como una lapa y te doy un beso "Sigue durmiendo" "Sigue durmiendo vida" y mi vida sigue durmiendo a mi lado, respirando tranquila el aire que más le gusta respirar y soñando con las calles llenas de gente que la esperan fuera de esas paredes. Y yo la acuno entre mis brazos, prometiendome a mi misma que será una semana fantástica y que te daré en esas calles todos los besos que te debo princesa, aquellos que llevan esperandonos más de 200 años...


lunes, 20 de junio de 2011

Buscame, encuentrame como siempre.
Tendida entre las sábanas de una cama que ya te pertenece, como cualquier parte de mi piel. Y de mi mente..
Encuentrame perdida en el abismo que encierran tus párpados cada vez que los cierras, cada vez que te pierdes en el sueño y yo me quedo prendida de ti, velando por tus sonrisas y por tus noches.
Rendida al ritmo que marcan tus piernas y colgada de la parte en que tu espalda se pierde.
Me evaporo en el momento en que tu lengua se adueña de mi cuello.Que también es tuyo ya. Los bucles de tu pelo se cuelan en mi sonrisa mientras pienso que pacto debí hacerle y a que Dios para que me otorgue la dicha de recorrerte cada noche al acostarme. Siento como se me acelera el pulso y como se liberan las ataduras de karmas que ya no me interesan, ni me importan. Que no hay presente, ni pasado, ni futuro cuando tu serpenteas mi cama, como la mejor de las criaturas divinas.
Hay que apagar la luz del pasillo, pero reniego de despegarme de tu cuerpo, ni siquiera un segundo del aire cálido que desprende tu piel y que me enseña a amar de nuevo, asi que que le den a la luz, que ya la apagaré mañana, además asi puedo ver tu cara mientras duermes. A mi lado, donde está tu sitio, donde está el mio. Siempre juntas pequeña y nadie más.


domingo, 19 de junio de 2011

Que dia....

Una mañana más que ni siquiera dormía. Tu voz adornaba el auricular de mi móvil que una noche más había trabajado horas extras para cubrir un amor separado por más de 300 kilometros. Desde que te fuiste habían pasado 15 dias que yo misma me había encargado de ir tachando poco a poco en el calendario del jueves que decoraba la entrada de mi casa, donde mis labios porfin tocaban tu cuerpo, con dos timidos besos y un abrazo.
"Esta es mía" me dices que dije, pero yo sinceramente no recuerdo nada más que tus ojos. Había pasado medio mes desde que decidiste como por arte de magia, colarte en mi vida. Quince días desde que por fin en uno de mis cruces encontraba a alguien que seguía el mismo rumbo. Reinventando el diccionario diste un nuevo sentido a la palabra compañera y me enseñaste que no eran tan malas las bifucarciones y que de la oscuridad también nace la luz.
Uno de mis mejores amigos vendría a buscarme para ir a recogerte. Por tonterias del destino y de la vida tu también le conocías, asi que la imagen era casi de película. Me habías llamado por última vez antes de embarcar "en una hora la tengo entre mis brazos" pensé para mis adentros cuando el teléfono me devolvía su monotono piiii piii piii. Una ducha rápida antes de salir, ya me había duchado por la mañana pero era la única forma de mantenerme más o menos tranquila y ahora toca arreglarse el pelo. Mi mejor amigo, disfrutaba burlandose de mis manos torpes en la plancha intentando alisar un pelo que jamás fué liso. Entonces recordé la primera vez que te vi dando vueltas por mi cuarto de baño y que te gustaba mi pelo. "Qué estúpida""Que hago fabricándomelo" y solté la plancha, me puse unos pantalones, me cogí una coleta y con todo lo que soy y todo lo que tengo, sin ningún aditivo más, me planté en barajas en el coche de mi amigo, con mi hijo que apenas comenzaba a andar. Cuando aparcamos, Dani siempre tan listo me dijo "Adios Dana, aqui te espero" y salté a la terminar, aterrizando justo en la puerta de salida de la sala 1, curiosamente en aquella puerta he pasado los nervios más grandes de mi vida. Cada vez que iba al aeropuerto a esperar a Take That esa puerta se abría y cerraba como un parpado gigante que me mostraba dentro la imagen de los cinco chicos más guapos del mundo. En esa puerta yo competía con miles de chicas para ser tocada, vista, hablada por los de Manchester. Esta vez no había 1000 fans, no había gente famosa, pero los nervios recogían el equipaje de 15 dias esperando. El máldito y bendito ojo gigante volvía a parpadear. La pantalla anunciaba tu vuelo ya en pista desde hace 15 minutos. Una mujer cercana me pregunto si esperaba a algún familiar. Ni siquiera me atrevía a llamarte novia "espero a una chica muy especial" le dije. Mi corazón se aceleraba cada vez que salía gente. Una vez, otra vez... hasta me cruce con algún famoso de esos de los programas del corazón. 

Abierto, cerrado, abierto, cerrado. Y yo miraba al ojo preguntándome porque siempre me hacía sufrir tanto. Unas treinta parpadeos despues, apareció entre las pestañas del ojo diabólico la chica más linda del mundo entero. Preciosamente normal, divinamente tu. Con tu pelo suelto, tu camiseta morada, con los hombros al descubierto y unos vaqueros que marcaban el culo más perfecto que jamás ha existido. Me quedé en shock. Tu no lo sabes, pero mis piernas temblaron y el corazón comenzo a dar saltos cual taquicardía. Mis manos se paralizaron y jodidamente tuve la misma sensación que tengo al comenzar a escribir algo. Ahi estabas, con tu sonrisa de perlas y tus manos siempre listas para abrazarme. Echaste a correr y pensé "esta loca" y me respondí a mi misma "Y yo por ella" y aceleré el paso y te abracé. No se si lo recuerdas pero lo primero que te dije fué "Ya está, ya estás conmigo, ya llegaste" Como si mi mente hubiera adivinado por su cuenta y riesgo que llevaba esperando tus brazos más de 200 años. Muñeca, muñeca linda y preciosa. Mis manos torpes acariciaban tu camiseta buscando la piel por la que cada noche me pierdo. Fuiste tu la valiente que se atrevió a besarme. Yo estaba tan nerviosa que me conformaba con compaginar mi respiración con la sensación de por fin tenerte en brazos. Y aquel beso me supo a gloria y ya no hubo más besos de nadie. Te agarré la mano o me la agarraste tu, quien sabe como fué. Y comenzamos a andar. Si hubieramos sabido el significado de ese paso hubieramos parado un poco a disfrutarlo. El resto de la tarde, tengo el recuerdo de un sueño vivido de esos que jamás olvidarás. No entiendo porque marzo de repente cobró tanta luz si aqui los Marzos son frios y nublados y además recuerdo que aquel dia a la noche, la lluvia hizo acto de presencia. Que sentido tiene ahora por cierto la lluvia, marcando nuestra primera noche juntas, será para que no echaramos de menos la melancolía de la isla de las casas grises o será simplemente para que las rocas tengan agua donde germinar vida, quien sabe. 
La casa vacia de Dani, nuestro primer beso. Tu voz en mi oido susurrando "Te quiero" y haciendo que el resto de los sonidos carecieran de sentido. Mi hijo viendo la escena y abrazandote lleno de sonrisas. El eco y la luz de aquella jodida casa que jamás volvió a ser la misma. El paseo por el lago, las piedras blancas y las cuevas. Mi mano y la tuya juntas. Me acuerdo no echar de menos a nadie y preguntarme como habias conseguido llevarte todo el dolor que anidaba en mi corazón. De repente no me importaba nada más que tu vida y la mía alineadas hacia un mismo destino. Te brillaban los ojos tal y como te brillan ahora y yo me sentía la mujer más dichosa de la faz de la tierra. Terminamos aquel día en casa, trás haber ido a comer con Liz y Dani, en nuestra cama. Cerrando la puerta y disfrutando el momento con el que llevabamos soñando 15 dias. Por fin solas, por fin las dos. Y lo demás, ya es otra historia :)
Te amo.