viernes, 28 de enero de 2011

Un viernes más....

Hoy que queda justo un mes para que se cumpla un año desde el día que te fuiste por primera vez de esta casa, que ahora es tuya. Voy a hacerte un regalo especial. No se cuanto tiempo vas a tardar en leer esta entrada, pero te prometo una entrada por día, este donde este y como esté hasta el día de nuestro aniversario, el 27 de Febrero, que te diré la sorpresa que te tengo preparada. 

Te miro de nuevo de lejos, a menos de una hora para que la gente llegue a casa, siento como ya las dos no somos Dana y Raquel, si no las sacerdotisas que guardan la energía del altar de Hékate. La misma Diosa que nos unió hace un año casi ya. Siento como nuestra energía se cierra y somos compañeras de camino. Y no me importa. Estás seca, arisca y alemana y se que debajo de esa máquina que funciona a la perfección como el mejor de los cuarzos atlantes de tu maravillosa caja de piedras, esta tu corazón, esta mi sitio, está mi casa. Que más da que en menos de una hora, llegue gente a casa y no volvamos a estar solas hasta mmmm el lunes o el martes, si pasará el tiempo tan rápido como siempre y tus brazos me acunaran durmamos donde durmamos.
Así que me voy a comprar las últimas cosas para el ritual, esperando que leas este post entre medias y te encuentres una vez más con esta torpe pluma que intenta escribirte el sentimiento más perfecto y profundo que he sentido por alguien jamás, la forma que tengo de amarte.

Te quiero.

1 comentario:

  1. Entre velas e incienso, con toda la gente en el salón de casa, te busco entre los ojos de sacerdotisa que guardan misterios y custodian llaves, aquellos con los que miras a la misma Diosa que yo. Bajo la piedra, late mi corazón que busca tu mirada. Te amo, mi vda.

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