jueves, 27 de enero de 2011

Camina

Una taza de te, rojo siempre, reposa en la mesa del salón. El niño está jugando en el ordenador y David mete códigos de forma impetuosa en el suyo. La casa, que siempre rebosa vida, está nerviosa y vibra por los rincones, desde que tu llegaste.
Casi sin darme cuenta ignoro los ruidos de la habitación y vuelo a la cocina contigo, donde tu dulce voz canta a la par que Ismael Serrano, una de sus canciones, aquella que siempre te canto en el oído cuando suena y que es tan tuya y tan mía como el aire que respiramos.
Ha sido una mala racha, que termina. Me quedo contigo. Me quedo contigo y te sigo a donde vayas, compañera. Hoy soy yo quien te dice, que afines la brújula y dejes tus pasos sueltos y libres, que no vas sola. Que no hay orden, ni desorden que me separe de tus labios, ni de los brazos de Alex. Ni del berrinche de David cuando una vez más el perro se nos ha colado en el cuarto y le ha hecho alguna de sus trastadas.
Anda, camina, compañera, que me quedo a tu lado. Que me quedo con tus cafés, que eres tu quien me hace ser mejor persona cada día, que me bendices con tus caricias, que eres tu quien me eleva y me acerca más al UNO, al Dos y a la Diosa. Que mi fuego se descontrola por mucho que lo canalice cuando acercas tus caderas a mis labios....
Compañera, ni somos muggles, ni lo seremos, pero quiero que seas tu en quien piense cuando me despierto y cuando me acuesto. Quiero que sea tu risa la que me saque del trance cuando busque misterios perdidos y quiero ir, contigo de la mano, tras la antorcha de nuestra Señora. 
Compañera, echa a andar, que yo te sigo y si no puedo, te espero en casa, con la cama caliente. Con un te sobre la mesa y con 1473 cartas para ti, cada una con tu nombre, cada letra buscando tus caricias, cada párrafo deshaciéndose en lo mucho que puedo llegar a echarte de menos. 
"Y si no se cumplen, cuando despertemos, con la luz del día ya veremos lo que hacemos" Te amo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario