miércoles, 12 de mayo de 2010


Estar en casa contigo transforma todas las estancias de mi hogar...
La casa brilla de otra forma, no importa lo recogida que esté, no importa la de cosas que haya por en medio, estar en ella es un placer.
Desde que has llegado, mi casa está llena de gente. Llena de luz, es increíble lo que pueden cambiar unos ladrillos cuando tu inundas con tu presencia sus rincones.
Esta casa siempre me gustó, desde que llegué supe que sería mi hogar, pero nunca llegué a imaginarme lo que iba a vivir en ella.
Y así como mi salón se ha transformado en un templo, mi sillón se convierte en la cuna de un amor que aún está naciendo pero que lleva vivo siglos.
Donde las promesas no caben, los por siempre se quedan pequeños. Que ridículas son las palabras cuando las dos, en el cuarto nos recorremos despacio.
Que inútil es buscar una estantería un espacio para tus cosas cuando llevas dentro lo más grande que ha podido entrar por la puerta jamás.
Entre bailes y música dibujamos un futuro juntas que no tenemos mucha idea como manejar ¿y que mas da? ya encontraremos el guión y el dialogo suficiente para seguir siendo nosotras mismas.
Sitio de devociones, de rezos, de promesas, de magia. Mi casa es ahora tu casa y sonrío al verte pasear por sus rincones, sintiéndome dichosa de ser quien soy, tu mujer :)

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